viernes, 4 de febrero de 2011

EL “ANSCHLUSS”

El 12 de marzo de de 1938 el ejército alemán concluye la ocupación de las principales ciudades austriacas, en medio de grandes manifestaciones de entusiasmo. Adolf Hitler, máximo dirigente del partido nacionalsocialista y dictador alemán, entró en la ciudad de Viena, tras franquear las ciudades de Passau, su ciudad natal Braunau-am-Inn y Linz. Tras su llegada a Viena fue recibido por las nuevas autoridades austriacas, capitaneadas por el nuevo canciller, el dirigente nazi Seyss Inquart. Se cumple así la tan ansiada aspiración nazi de integrar Austria en el Reich alemán que paso a llamarse desde entonces “Gran Reich”.
El “Anschluss”, como se denomina esta anexión tiene una larga historia:
En 1918 se llevo a cabo la votación de un referéndum para ver si Austria estaba dispuesta a anexionarse al Reich pero este referéndum no fue aprobado.
En el tratado de Saint-Germain llevado a cabo en Laye en 1919 se prohibió a Alemania el intento de anexión de Austria. Estos hechos hicieron que fuese uno de lo objetivos claves de los nazis. En 1934 un colectivo de nazis austriacos probaron dar un golpe de estado asesinando así al canciller y reciente dictador austriaco Engelbert Dolfuss pero este acontecimiento no logró acabar con el régimen dictatorial austriaco y su puesto sería ocupado por Kurt von Schuschingg. Cuando el dictador italiano Benito Mussolini se enteró de lo ocurrido, se opuso a los objetivos de Alemania desplegando sus divisiones de combate en el paso alpino de Brennero forzando a Hitler a posponer sus planes hasta que el 12 de febrero de 1938 Hitler se reúne con Schuschingg en Oversalzberg, cerca de Berchtesgaden. En esa reunión, Hitler exige el inmediato cumplimiento del tratado austro-alemán firmado en 1935, que preveía la liberación de todos los nazis que habían sido procesados en Austria., que se llevase a cabo la reunificación de de los dos estados germánicos y la adopción por parte de Austria , de una “política exterior alemana”. Ante una amenaza de una ocupación militar lisa y llana, Von Schuschingg se vió completamente obligado a ceder en varios puntos, peros supeditó la solución definitiva al resultado de un referéndum que debía celebrarse ese mismo mes.
El canciller austriaco prometió otorgar a una amnistía a los nazis que habían detenido y designar a un partidario del partido nacionalsocialista de Hitler en su gabinete. Todas estas promesas tuvieron que ser cumplidas y los nazis fueron amnistiados y el nacionalsocialista Arthur Seyss Inquart fué nombrado ministro del Interior de Austria. Sin embargo, Hitler no se conformó tampoco con estas medidas que habían adoptado ya que se había convocado para el día 9 de marzo un plebiscito con el fin de fortalecer la oposición a la unificación. Estacción fue muy criticada por parte de Alemania y entonces el 9 de marzo Hitler dirigió al gobierno austriaco un ultimátum exigiendo que se suspendiera la consulta electoral que habían fijado y Schuschingg, ya ningún tipo de apoyo, se vió obligado a dimitir según el “obligado por la fuerza” según declaró radio y también que no podía mantener su postura y entonces el presidente Wilhelm Miklar nombro canciller a Arthur Seyss Inquart con el fin de congraciarse con Hitler. Inquart dio un pequeño discurso como nuevo canciller pidiendo calma al pueblo austriaco y poco después envió un telegrama a Hitler solicitando que enviase tropas para que garantizasen la seguridad durante el cambio de régimen. Al día siguiente las tropas del Wehrmacht comenzaron a cruzar las frontera austriacas y, mientras en Viena se formaba un gobierno completamente integrado por dirigentes nazis, ocuparon en cuestión de horas el país: la “reintegración” de Austria al Reich alemán ya era un hecho ya que cuando Hitler llego a Linz y dió su primer discurso en territorio austriaco fué aclamado por más de 600.000 personas que estaban ansiosas por escuchar hablar a su fürher y cuando llego a Siena se reunió con Inquart para firmar el documento que decretaba que Austria ya formaba parte del “Gran Reich” y proclamo: “ En tanto que Führer y canciller de la nación alemana, proclamo ante la Historia la entrada de mi patria en el Reich alemán”. Acto seguido Hitler comunicó de forma inmediata a Benito Mussolini mediante un telegrama que decía :”Duce, nunca olvidaré este momento” y el régimen italiano dio su visto bueno a su nación aliada. Ya el 10 de abril se realizo de nuevo ,pero esta vez concluyó, un plebiscito para rubricar a nivel popular la unión de Austria al Reich y según los datos facilitados, el resultado fué de un 99,7 % a favor de la unión por parte de los austriacos y de un 99% por parte de los alemanes. En Austria incluso se llevo a cabo un solemne festejo en celebración de la “liberación”. Francia y Gran Bretaña no llegaron a tener ningún tipo de reacción aun estando al tanto de lo que estaba ocurriendo y de que Hitler estaba comenzando a realizar su plan expansionista sin tener que enfrentarse a ningún tipo de oposición a pesar de que franceses e ingleses estaban al tanto de la pésima actuacion realizada por los carrros de combate de Hitler ya que contaban con una tecnología. Una de las únicas oposiciones fué la del descendiente de los emperadores austriacos, Otto de Habsburgo que fué acusado de alta traición por parte del tribunall de Viena , por haber publicado en París un llamamiento a las grandes potencias pidiéndoless que se aliaran para enfrentarse a la agresión alemana.