viernes, 4 de febrero de 2011

INFLUENCIA DE RASPUTIN EN LA CAIDA DE LOS ZARES

Rasputín fue un monje nacido en Siberia en 1872 en el pueblo de Pokróvkie. Su fuerte carácter y temperamento le convirtieron muy pronto en un líder que tuvo mucha influencia en hombres y, especialmente en mujeres, ya que las encandilaba fácilmente con sus supuestos dotes mágicos. Le acusaron de pertenecer a los jlysti (flagelantes), que era una secta perseguida por sus arrebatos místicos que solían terminar en orgías sexuales disfrazadas de entusiasmos motivados por el Espíritu Santo. Por estos actos, le echaron de su pueblo natal de Siberia y marchó a San Petersburgo. Allí conoció al inspector de la academia de Teología de San Petersburgo, monseñor Teofán, un buen hombre al que impresionó con su aspecto rudo, su tosca forma de vestir y su potente oratoria rústica, casi analfabeta. Éste vió a Rasputín como una especie de enviado de Dios para regenerar la Corte. Entonces, Teofán, que estaba preocupado por la extraña conducta de la zarina Alejandra y su círculo, cuyos extravíos místicos le alarmaban, pensó que quizá Rasputín podía influir en ella y facilitó la entrada de Rasputín en la Corte del zar Nicolas II de Rusia.
Rasputín se ganó un lugar en la alta sociedad rusa con sus extravagancias, entre las que solía incluir predicciones sobre las vidas ajenas. Incluso algunas mujeres de la alta sociedad manifestaron por él un verdadero culto y se instituyó una nueva asociación, conocida como la “Nueva Galilea”, de mujeres y jóvenes entregadas plenamente en cuerpo y alma a Rasputín. Los escándalos sexuales se sucedían a la vez que crecía su fama de santo, profeta y curandero. Pero poco a poco, las envidias y los recelos surgieron en la corte y las presiones fueron tan fuertes que Rasputín tuvo que marchar de San Petersburgo.
Pero, nuevamente, la suerte le congració con la Corte del zar. El comienzo de esta vuelta a San Petersburgo tuvo que ver con la enfermedad del zarévich Alexei, príncipe heredero que padecía la hemofilia. Por esa época, estaba de moda el ácido acetilsalicílico, más conocido como aspirina, y que se usaba para todo, ya que estaba en pleno descubrimiento de sus propiedades y los médicos que atendían la hemofilia del zarévich comenzaron a probarla con él sin cuidado provocando los efectos contrarios a los deseados, ya que la aspirina es anticoagulante, algo que provocará efectos terribles en un hemofílico. La zarina Alejandra, decidió acudir nuevamente a él, ya que lo consideraba como un hombre que hacía milagros. Lo primero que hizo Rasputín cuando llegó a la corte fue prohibir que se le siguiese dando la aspirina al zarévich, no por que supiera científicamente que la aspirina está contraindicada en un paciente hemofílico, sino para eliminar toda competencia científica y oponerse a todo lo que le habían indicado anteriormente. Y, por supuesto e involuntariamente, la salud del pequeño heredero mejoró de forma notable y esto creó un gran lazo de aprecio entre Rasputín y la zarina, ya que para ella Rasputín había salvado la vida de su hijo, cosa que no consiguió ninguno de los médicos llegados anteriormente al palacio de San Petersburgo.
A partir de ese momento, Gregori Efimovich (mayormente conocido como Rasputín) se convirtió en el protegido de la zarina. Él llegó a tener tanta influencia en el palacio de los zares que prácticamente no había decisión que no pasase por su juicio. La aristocracia rusa no aprobaba del todo la presencia de Rasputín y sobretodo su gran influencia en los asuntos de Gobierno, ya que menospreciaba su humilde origen campesino y su aspecto tosco y rudo. Sin embargo, era tal la capacidad de convicción y su firmeza que su alcance a la cima del gobierno de los zares fue inevitable.
Los círculos más conservadores y patriotas de la nobleza rusa se desesperaron al ver la pasividad del zar Nicolás II ante la Primera Guerra Mundial y el débil comportamiento del zar fue falsamente atribuido a la influencia de Rasputín. Y pensaban, y no sin motivo, que su influencia sobre la zarina había apartado a Nicolás II de sus responsabilidades de gobierno, pero contrariamente a lo que se pensaba, Rasputín siempre desaconsejó la guerra, pues veía en ella el fin de la dinastía de los zares. Desde este momento, Rasputín ya estaba sentenciado a muerte y se hizo un complot para asesinarlo, fue envenenado con cianuro y posteriormente asesinado con un tiro en el corazón por el príncipe Yusupov ya que no fue suficiente la cantidad de cianuro para ocasionarle la muerte y éste la deseaba a toda costa.
Un año después, la dinastía de los Romanov caía en manos de los bolcheviques por el injusto asesinato del zar Nicolás II como gobernante de Rusia. El asesinato de la familia Romanov(el zar, su esposa Alejandra, sus hijas Olga, Tatiana, María, Anastasia y su hijo el zarévich Alexei) fue ordenado por el régimen bolchevique y tuvo lugar en el sótano de la residencia Ypatiev. Todos fueron fusilados y posteriormente sus cuerpos fueron incinerados y enterrados en una mina cercana.El régimen bolchevique posterior a la fuerte dinastía de los zares estuvo encabezado por Lenin, que formó una revolución que dividió al mundo.