jueves, 20 de enero de 2011

La influencia de Josefina en Napoleón Bonaparte

“ No pido amor ni fidelidad eternos, únicamente…la verdad, una franqueza ilimitada. El día que me digas “ te amo menos” será el último día de mi amor o el último día de mi vida”. “ Tú nunca me amaste”. “ Tengo el corazón lleno de cuchillos”. Estas son las palabras que escribió Napoleón a Josefina en una carta durante su campaña en Italia, tres meses después de su matrimonio, que revelan la pasión de su amor, un amor no exento de dificultades que sobrevivió a las infidelidades y los avatares del tiempo.
Todo empezó en casa de Madame Tallien, ella tenía treinta y tres años, era una mujer madura, experta y extremadamente sensual, él tenía seis años menos que ella y una irresistible personalidad. Por aquel entonces corría en París el rumor de que Josefina tenía un amante, lo que alejó a Napoleón de su amiga, quién se concentró en tareas militares. En el invierno de 1795 Napoleón recibió esta misiva de Josefina “ Ya no viene a ver a una amiga que le profesa afecto; la ha abandonado por completo. Comete un error, porque ella siente por usted un tierno afecto. Venga a almorzar mañana. Deseo verlo y conversar con usted acerca de sus asuntos. Buenas noches amigo mío, lo abrazo” Tras recibirla reanudó sus visitas y se enamoró. Josefina no le amaba, pero le atraía la fuerte personalidad del joven y él estaba fascinado por su belleza y experiencia. Tras un tiempo como amantes, en marzo de 1796 contrajeron matrimonio civil. Se cuenta que al momento del acto, el notario ante el que se celebró la ceremonia le recomendó a Josefina no hacerlo, pues lo hacía con un general pobre, sin futuro que no tenía nada que aportar al matrimonio más que su equipo militar. Un día después del matrimonio Napoleón partía al frente italiano. La campaña italiana supuso una época de bonanza y prestigio para Napoleón. Pese a ello, Josefina ( acostumbrada al lujo y al despilfarro) contrajo numerosas deudas, hasta el punto de que Napoleón la amenazó con el divorcio si no contenía sus gastos. Durante las ausencias de su marido llevaba una vida frívola, incluso mantenía relaciones con amantes, lo que llegó a conocimiento de Napoleón y sus hermanos. En esta época Napoléon escribió a Josefina la siguiente carta: ‘’No le amo, en absoluto; por el contrario, le detesto, usted es una sin importancia, desgarbada, tonta Cencienta. Usted nunca me escribe; usted no ama a su propio marido; usted sabe qué placeres sus letras le dan, pero ¡ aún así usted no le ha escrito seis líneas, informales, a las corridas!.’’
‘’¿ Qué hace usted todo el DÍA, señora?. ¡ Cuál es el asunto tan importante que no le deja tiempo para escribir a su amante devoto? ¿ Qué afecto sofoca y pone a un lado el amor, el amor tierno y constante amor que usted le prometió?¿ De qué clase maravillos puede ser, que nuevo amante reina sobre sus días, y evita darle cualquier atención a su marido?. ¡ Josephine, tenga cuidado! Una placentera noche, las puertas se abrirán de par en par y allí estaré.’’
Se dice que en una ocasión, a su llegada de una campaña, Napoleón la expulsó de su casa, más el amor que sentía por ella pudo más y la perdonó, lo que influyó definitivamente en Josefina quién nunca más le fue infiel.
Sin embargo este comportamiento de Josefina provocó que Napoleón tuviera otras amantes, alguna de las cuales eran damas de compañía de su esposa , por ello Josefina aprovechó la ceremonia de la coronación para, por medio del Papa Pío VII, celebrar el matrimonio religioso un día antes, en secreto.
Cuando Josefina se da cuenta de que no podía darle un hijo a su esposo, aceptó divorciarse para que Napoleón pudiera volver a casarse y tener el hijo que tanto ansiaba. En 1811 Napoleón contrajo matrimonio con María Luisa de Austria, con la que tuvo ese mismo año un hijo.Tras el divorcio Josefina se trasladó a vivir al castillo de Malmaison, cerca de París , donde mantuvo relación permanente con Napoleón mediante cartas, hasta su muerte , el día 29 de mayo de 1814, víctima de un catarro mal curado, mientras Napoleón se encontraba exiliado en la Isla de Elba. La víspera de su muerte, Josefina dijo: “ la primera esposa de Napoleón jamás provocó una sola lágrima”. No era cierto, Napoleón lloró durante días su muerte y comprendió que sólo el deseo de dar un heredero a Francia lo separó de su amor. Tras el desastre de Waterloó, Napoleón se mantuvo en Malmaison hasta decidir qué haría tras la derrota final, una muestra más de su amor.