
Tuvo 15 hermanos, su madre la Emperatriz, se dedicaba de lleno a las tareas de gobierno, mientras el padre se encargaba de la atención de sus hijos.
Falleció el progenitor en 1765, la niña se queda sin instructor y crece en la alegría de juegos y diversión. Con trece años no sabía escribir correctamente ni alemán ni francés, ni poseía conocimientos de Historia o cultura general.
Prometida ya a Luis Fernando de Borbón ( Delfín de Francia), el Rey Luis XV se hace cargo de su preparación y envía para su educación al abad de Vermond, Doctor de la Sorbona y bibliotecario del Colegio de las Cuatro Naciones.
En 1770 se casa a la edad de 15 años, una adolescente que debe deshacerse de toda vinculación con Austria, pues ni tan siquiera vuelve a ver a su madre durante muchos años.
Recibida de forma hostil en la Corte por las hermanas de Luis XV, aprende rápido el arte de la traición y la mentira, muy extendido en el ambiente de Palacio.
Las tías del Delfín se encargarán de enemistarla con Madame Dubarry, amante del Rey, cuestión que generó los primeros conflictos.
Logra manipular al Delfín (Luis Fernando de Borbón) en sus caprichos de acudir a Paris la Nuit, las fiestas privadas y los bailes de disfraces en la ópera le fascinaban, quería ser admirada y desarrolló un estilo personal con pelucas exageradas y trajes muy ornamentados. Todo a su alrededor era ostentación.
En 1774, Luis XV contrajo la viruela y falleció; Luis XVI asumió el trono y María Antonieta se convierte en reina de Francia.
La Corte era un salón de juego, se compran diamantes, oro, trajes de escándalo para una joven extravagante, su madre María Teresa le advierte en varias ocasiones: “una soberana se rebaja cuando se adorna de tal modo, se está perdiendo vuestro prestigio, no quisiera vivir una revolución sobre vos”.
No le preocupaba la cultura, ni el desarrollo para el bienestar de su pueblo, llegó a gastar una fortuna en el Trianón, residencia que le obsequió su marido, solo para construir un jardín de ensueño.
Tuvo cuatro hijos entre 1778 y 1787, María Teresa Carlota, Jose Javier Francisco, Luis Carlos y Sofía que falleció con un año de edad.
En 1785 sucede El asunto del collar fue una estafa que tuvo por víctima, al cardenal de Rohan, obispo de Estrasburgo, y en el que se vio implicada la reina María Antonieta. La relevancia pública del asunto, desembocó en un gran escándalo político y social, contribuyendo a hundir la imagen pública de la reina María Antonieta, que se ganó definitivamente la enemistad de la vieja nobleza francesa y perdió el apoyo del pueblo de Francia
La reina no tenía buenas relaciones con el cardenal Rohan, que aspiraba a ser primer Ministro, pero María Antonieta nunca le apoyó.
La condesa La Motte-Valois, acudió al cardenal y le engañó diciendo que era amiga de la reina, con pretensión de obtener dinero, para comprar un collar de diamantes que la reina necesitaba. El cardenal entregó cantidades importantes para verse favorecido en su objetivo, creyendo hablar con la reina, sin saber que había sido estafado y ella suplantada por una joven.
El engaño llegó a la Corte y el rey hizo apresar al cardenal, que aportó cartas falsificadas por la condesa como si fueran escritas por María Antonieta, mientras la embaucadora desaparecía con su marido y con el collar. Fueron castigados al final, pero la reina resultó acusada de intrigante y ambiciosa, aunque se demostró su inocencia.
La nobleza reaccionó pronto contra María Antonieta , el Parlamento en contra, el clero indignado, en definitiva estaba rodeada de enemigos.
Había un ambiente revolucionario con un malestar general provocado por la pervivencia de la monarquía absoluta, la desigualdad de la sociedad estamental así como la quiebra en las finanzas y las malas cosechas.
En 1788 el rey Luis XVI convocó los Estados Generales con los tres estamentos, la nobleza, clero y estado llano o tercer estado para solicitar ayuda económica que aliviase el estado financiero.
Cada estamento llevo sus cuadernos de quejas y peticiones, además de la exigencia de cada diputado de un voto por parte del estado llano hizo que estallara el conflicto.
El rey no acepta el voto individual y los diputados del tercer estado abandonan los Estados Generales y se constituyen por separado en Asamblea Nacional.
El pueblo de París ante estos sucesos sale a la calle y el 14 de Julio de 1789 atacó la fortaleza de la Bastilla. La Asamblea Nacional toma decisiones:
Proclama la abolición de la sociedad estamental, aprueba la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, redacta la constitución civil del clero que reducía los clérigos a la condición civil de ciudadanos.
“Libertad, igualdad y fraternidad” fue el lema de los revolucionarios.
La Asamblea Nacional dio paso a la Asamblea Constituyente en la que se redactó la Constitución francesa de 1791, aparece la división de `poderes manteniendo la monarquía pero no la absoluta sino la moderada.
Los monarcas europeos deciden realizar una coalición contra los revolucionarios franceses, Luis XVI a pesar de haber jurado la Constitución intenta huir para encontrarse con las tropas prusianas que invadían Francia, fue descubierto y acusado de traición.
El pueblo atacó el Palacio de las Tullerias y la familia real fue apresada. Nacía así la Primera República Francesa.
E1 día 16 de Octubre de 1793, a las 4 de la madrugada, luego de una serie extenuante de audiencias, María Antonieta escuchó su sentencia de muerte.
Poco después, en su celda alumbrada por dos velas, escribió su última voluntad en una carta a su cuñada Madame Isabel.
¿Era consciente María Antonieta de lo que podía suponer su conducta? Realmente tenía 15 años cuando contrae matrimonio. Se trataba de una adolescente como cualquier otra, que quería divertirse y pasarlo bien. ¿Estaba en su derecho?, ninguna joven de esa edad está preparado para anteponer los intereses del Estado y las conveniencias políticas a sus deseos , imaginación y fantasía. María Antonieta tuvo la mala suerte de que su destino la llevara, a muy corta edad, a asumir responsabilidades para las que no estaba preparada.
Sirvan de homenaje sus últimas palabras, extraídas de su testamento:
“Pido perdón a todos cuantos he conocido, perdono a mis enemigos el mal que me han hecho, os abrazo de todo corazón, así como a mis pobres y queridos hijos. Dios mío, que desgarrador es dejarlos para siempre!!”.
Muchas veces he soñado despierta lo bueno que debe ser convertirse en reina, sus viajes, lujos…pero a partir de leer un libro y descubrirte querida María Antonieta, no quiero imaginar esto jamás, no vaya a ser que se convierta en realidad.